¿Cuál es el origen de los Huesos de Santo? ¿Y los Buñuelos?
El Día de Todos los Santos es una festividad que se celebra en muchas partes del mundo para honrar a los seres queridos que han fallecido.
En esta fecha, es común reunirse con la familia y recordar a los difuntos. Pero también es una ocasión para disfrutar de dulces típicos que varían según la región.
En este artículo, nos centraremos en dos de los dulces más emblemáticos de esta festividad: los Buñuelos de Viento y los Huesos de Santo. Vamos a explorar su historia y origen y cómo puedes prepararlos en casa para disfrutar de una deliciosa tradición en el Día de Todos los Santos.
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Los Huesos de Santo: Dulces hechos de Amor y Respeto
Los Huesos de Santo a diferencia de su nombre, no contienen huesos reales, sino que son delgados tubos de mazapán rellenos de cremas o pastas dulces, como mazapán, chocolate o yema. Estos dulces se decoran con azúcar glas y, en ocasiones, se pintan para asemejar huesos verdaderos.
La tradición de los Huesos de Santo se remonta al siglo XVII en España. Originalmente, la creación de los Huesos de Santo se basó en un deseo de cambiar la percepción de la muerte en la festividad de Todos los Santos que, desde la cultura celta, marcaba su propio “Año Nuevo” y se veía como algo oscuro y tenebroso.
En este contexto, un monje benedictino anónimo decidió crear un dulce que se asemejara a huesos (blancos y cilíndricos) y que llevara un mensaje de cariño y respeto hacia los difuntos. Al comer uno de estos «huesos«, se demostraba respeto y aprecio por aquellos que habían partido, en contraste con la visión pagana que buscaba alejarlos.
Receta: Los Huesos de Santo
La elaboración de los Huesos de Santo es un proceso que combina la preparación de un mazapán suave con un relleno dulce, a menudo de yema, y la decoración para darles su aspecto característico.
A continuación, te dejamos la receta básica para hacer los Huesos de Santo en casa:
Ingredientes:
- Para el mazapán:
250 g. de almendra molida
200g. de azúcar
75-100 ml. de agua
La rayadura de un limón
Azúcar glass - Para la crema de yema:
4 yemas de huevos medianos
100 g. de azúcar
50 ml. de agua - Para el glaseado final:
200 g. de azúcar glass
5 cdas. de agua
Preparación:
1. Elaboración del Mazapán:
Mezcla las almendras molidas con el azúcar glas en un bol. Agrega la clara de huevo y mezcla hasta obtener una masa homogénea. La masa de mazapán no debe quedar pegajosa.
2. Elaboración del Relleno de Yema:
En una cacerola, hierve el agua y el azúcar a fuego medio hasta obtener un almíbar espeso. En un bol aparte, bate las yemas de huevo. Vierte el almíbar caliente sobre las yemas batidas, batiendo constantemente. Vuelve a poner la mezcla en la cacerola y caliéntala a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y adquiera una consistencia de crema. Luego, retira del fuego y deja enfriar.
3. Montaje de los Huesos de Santo:
Toma porciones de la masa de mazapán y forma cilindros alargados, similar a la forma de huesos. Puedes humedecer tus manos ligeramente para darles una forma más suave. Haz un pequeño agujero en uno de los extremos de cada «hueso» de mazapán. Rellena el agujero con la crema de yema. Puedes utilizar una manga pastelera para facilitar este proceso. Decora los Huesos de Santo con azúcar glas, espolvoreando uniformemente sobre ellos.
Los Buñuelos: Delicias tradicionales
La historia del origen de los Buñuelos de Viento se remonta durante un período en el que Almogía, en Málaga, estaba bajo asedio por orden del rey de Sevilla, Mohamed ben Abad Al Motamid. La ciudad se encontraba en una situación desesperada, con escasez de recursos y el hambre acechando a sus habitantes.
Buscando desesperadamente una solución, el pastelero de la corte decidió improvisar. Subió a las murallas de la ciudad y utilizó los calderos de aceite que se empleaban para repeler a las fuerzas enemigas como un medio para cocinar. Con harina y agua, creó bolas de masa que cocinó en estos calderos hirvientes de aceite.
Estas pequeñas bolas de masa fritas que se caracterizan por su ligereza y su interior hueco. Los Buñuelos de viento se sirven comúnmente rellenos de crema, pero también se pueden disfrutar con otros rellenos dulces o simplemente espolvoreados con azúcar glas.
Receta: Buñuelos
Los Buñuelos de Viento son unos deliciosos postres fritos que se suelen preparar en muchas partes del mundo. Aquí tienes la receta para hacer buñuelos:
Ingredientes:
- Para la masa:
1 taza de agua
1/2 taza de mantequilla
1 pizca de sal
1 taza de harina de trigo
4 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla - Para freír y decorar:
Aceite vegetal (para freír)
Azúcar glas (para espolvorear)
Preparación:
1. En una cacerola, calienta el agua, la mantequilla y la sal a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita por completo y la mezcla comience a hervir.
2. Retira la cacerola del fuego y agrega la harina de trigo de una sola vez. Revuelve rápidamente hasta que la masa se desprenda de las paredes de la cacerola y forme una bola. Esto es la masa base para los buñuelos. Y deja enfriar un poco la masa durante unos 5 minutos.
3. Agrega los huevos uno por uno, asegurándote de que cada huevo esté completamente incorporado antes de añadir el siguiente. La masa se volverá suave y brillante.
4. Agrega la esencia de vainilla y mezcla bien. Calienta suficiente aceite en una sartén profunda o una freidora a aproximadamente 170°C (340°F).
5. Con la ayuda de dos cucharas, forma pequeñas porciones de masa y colócalas con cuidado en el aceite caliente. Puedes freír varios buñuelos a la vez, pero no los amontones demasiado.
6. Fríe los buñuelos hasta que estén dorados por todos lados, lo que tomará unos 3-4 minutos. Gira los buñuelos ocasionalmente para que se cocinen de manera uniforme.
7. Retira los buñuelos del aceite con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Espolvorea azúcar glas sobre los buñuelos mientras están calientes.
Puedes personalizarlos agregando rellenos, como crema pastelera o chocolate derretido, si lo deseas.
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